Científicos británicos se preparan para predecir con seis horas de antelación una gran catástrofe que llegue del espacio
Un conjunto de luces brillantes iluminan inesperadamente en el cielo. Las bombillas empiezan a parpadear y, después de unos segundos, se apagan indefinidamente. Todo el país se queda a oscuras. No es el único. La situación se repite en todo el mundo. Un año después, nada ha cambiado. Se registran millones de muertos y nuestra civilización parece abocada a su fin. ¿La causa? Una potentísima tormenta solar.
Científicos británicos se preparan para predecir con seis horas de antelación una gran catástrofe que llegue del espacio
conjunto de luces brillantes iluminan inesperadamente en el cielo. Las bombillas empiezan a parpadear y, después de unos segundos, se apagan indefinidamente. Todo el país se queda a oscuras. No es el único. La situación se repite en todo el mundo. Un año después, nada ha cambiado. Se registran millones de muertos y nuestra civilización parece abocada a su fin. ¿La causa? Una potentísima tormenta solar.
NASA.Una potente tormenta solar puede acabar con nuestros sistemas eléctricos y de comunicaciones Esta descripción parece sacada de una de esas películas de catástrofes con las que de vez en cuando Hollywood sacude las taquillas de los cines, pero, por desgracia, puede lejos de la ficción. Forma parte de un informe publicado hace dos años por la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos (NAS) y financiado por la NASA. El estudio advierte de que enormes chorros de plasma procedentes del Sol pueden alcanzar nuestro planeta en 2012 ó 2013, cuando la actividad del astro rey alcance su máximo pico como parte del ciclo solar de once años. No es fácil que esto ocurra, pero es una posibilidad real.
La actual dependencia de la electrónica y de las comunicaciones por satélite supone que una fuerte tormenta espacial podría causar veinte veces más daño económico que el huracán Katrina. Si algo semejante llega a producirse, ¿tenemos alguna opción? ¿hay una oportunidad de salvarnos? Investigadores de la Universidad de Bardford (Reino Unido) creen que sí, siempre que la amenaza no nos pille desprevenidos y dispongamos de una alerta temprana que nos permita tomar medidas. Con este objetivo, trabajan en el desarrollo de un nuevo método para predecir los grandes movimientos del Sol.
Las tormentas solares implican la liberación de enormes cantidades de gas caliente y fuerzas magnéticas hacia el espacio en torno a 1.600.000 kilómetros por hora. Aunque las grandes erupciones solares normalmente tardan varios días en llegar a la Tierra, la catástrofe puede precipitarse, ya que la más grande conocida, registrada en 1859, nos alcanzó en tan sólo dieciocho horas (Bautizada como «El evento Carrington», por el astrónomo británico que lo midió, causó el colapso de las mayores redes mundiales de telégrafos). Las llamaradas solares, que también pueden causar daños, tardan sólo unos pocos minutos.
Hasta ahora, la predicción meteorológica solar se ha hecho de forma manual. Expertos buscan en imágenes de satélite en dos dimensiones del Sol y evalúan la probabilidad de una actividad futura. Pero el equipo Centro de Computación Visual de la Universidad de Bradford ha creado el primer sistema accesible de predicción automatizada, utilizando imágenes en 3D generadas por el satélite de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO).
Con seis horas de antelación
El sistema Bradford de Predicción Automatizada de Actividad Solar, denominado ASAP por las siglas en inglés de "As soon as posible" (Tan pronto como sea posible) y ya utilizado por la NASA y la ESA, identifica y clasifica las manchas solares. El sistema es capaz de predecir con precisión una llamarada solar con seis horas de antelación y el equipo está trabajando para lograr una precisión similar en la predicción de las grandes erupciones solares en un futuro próximo.
“La predicción meteorológica solar está todavía en su infancia, probablemente alrededor del punto en el que la previsión del tiempo meteorológico se encontraba hace 50 años. Sin embargo, nuestro sistema es un gran paso adelante", explica el profesor adjunto en el Centro de Computación Visual, el Dr. Rami Qahwaji, responsable de la investigación. "Mediante la creación de un sistema automatizado que puede trabajar en tiempo real, abrimos la posibilidad de una predicción mucho más rápida". Además, los científicos creen que el nuevo satélite de la NASA, el Observatorio Dinámico Solar (SDO), que entró en funcionamiento en mayo, les dará la oportunidad de ver la actividad solar con mucho más detalle, lo que mejorará aún más su capacidad de predicción.
fuente : http://www.abc.es/20100909/ciencia/podemos-prevenir-tormenta-solar-201009091054.html
En marzo de 1989, la víctima fue la provincia de Quebec, Canadá. En sólo 90 segundos, seis millones de personas se vieron afectadas por un apagón total. Esto acarretó varios accidentes, especialmente en el tráfico, así como también la falta de calentamiento en el intenso invierno. El apagón duró alrededor de nueve horas y ocurrió debió a la explosión de varios transformadores.
Sin embargo, la peor tormenta solar que se ha noticiado ocurrió en septiembre de 1859 y, fue tres veces más fuerte de que la que golpeó Quebec y destruyó telégrafos en América del Norte y Europa.
Como ocurren las tormentas solaresEl Sol tiene toda su energía generada en el núcleo, con temperaturas que llegan a los 15 millones de grados centígrados. Con fusiones nucleares, 5 millones de toneladas de energía se generan, junto con un magnetismo intenso. Son estos enormes campos magnéticos que crean curvas en la superficie solar, que son estiradas y distorsionadas en todas las direcciones de forma irregular.
Cuando las curvas se chocan, se produce un cortocircuito que hace que toda la energía se libere. El ciclo magnético solar es de 22 años, con manchas que llegan a su ápice a cada 11 años. El fenómeno, llamado de "Máximo Solar", permite que aumenten mucho las probabilidades de una tormenta.
Las actividades solares ocurren con frecuencia, pero nosotros no las sentimos porque la Tierra tiene un campo magnético que protege al planeta, llamado Magnetosfera. El problema es que dependiendo de la intensidad de estas tormentas, el "escudo" es arrancado y comprimido en gran parte, permitiendo que los efectos puedan ser devastadores.
Después de una tormenta radioactiva causada por la energía solar, el último "ataque" - y también peor - es una explosión de la CME (eyección de masa coronal), una nube de gas electrificado de mil millones de toneladas. El fenómeno tarda de 4 a 7 días para llegar al planeta y no es posible medir su fuerza.
Cuáles son las consecuencias de una tormenta solar fuerte?
Una tormenta solar tarda 8 minutos en llegar a la Tierra, pero ya al principio le acarrea una carga electromagnética al planeta. Esto hace con que cualquier cosa en órbita esté en peligro. Los satélites, por ejemplo, se caen nuevamente a la tierra, mientras que los aviones pierden las comunicaciones por radio.
Luego, una tormenta radiactiva golpea al planeta y le causa enormes daños, ya que trae consigo protóns de alta energía que son capaces de destruir equipos. Lo que y quien esté en el suelo está protegidos por la fuerza de la atmósfera. Pero el mayor problema son los astronautas que están fuera de la atmósfera, pues la radiación es intensa y fatal, así que tienen pocos minutos para que puedan protegerse.
Los satélites de GPS sufren sobrecarga y ya no logran más enviar señales normales. Sin motores de localización, los aviones que estén sobrevolando el cielo se pierden y sus motores comienzan a fallarCuando la CME finalmente alcanza el planeta, su impacto provoca una sobrecarga extrema en los equipos eléctricos, especialmente en los transformadores gigantes que distribuyen la electricidad para las ciudades. Esto hace que simplemente exploten y dejen todo en la oscuridad total. Sería un apagón mundial.
El mundo sin energía eléctrica
Todos los que ya han visto un corte de energía breve sabe lo terrible que es pasar horas sin electricidad. El problema es que la destrucción de los transformadores haría con que grandes ciudades estuvieran en la oscuridad durante meses o incluso años. La razón es simple: además de muy caro, tomaría entre uno a diez años para reemplazar las redes eléctricas dañadas.
Además de las comunicaciones que ya estarían perjudicadas desde hace algún tiempo, el sistema de iluminación y calefacción de las ciudades dejarían de funcionar. La ausencia de las redes de señales, tales como semáforos para los coches y trenes llevaría a la ciudad en un caos total y causaría muchos accidentes, gravísimos al principio.
Los hospitales y otros servicios de emergencia, mismo con generadores de energía, sólo funcionarían durante tres días, por lo que, la mayoría de los pacientes frágiles, no serían capaces de sobrevivir. Cualquier equipo médico que dependa de la electricidad no podría ser utilizado.
Gran parte de los suministros de alimentos y agua serían cortados. El tratamiento de aguas y cloacas no podría funcionar, dejando a la población en estado crítico: enfermedades como la hepatitis, la disentería y la fiebre se propagarían.
Formas de evitar la catástrofe
Con la alta probabilidad de que la próxima tormenta solar sea devastadora, los científicos están estudiando diferentes maneras de prever, de la mejor manera posible, cuando la misma puede suceder. El satélite japonés Hinode, lanzado en 2006, es capaz de analizar los complejos campos magnéticos del sol para saber cuando los fenómenos pueden ocurrir.
Pero la estrella del momento es el satélite duplo STEREO, de la NASA (foto arriba), puesto en lugares estratégicos del espacio para prever de la mejor manera posible cuándo y cómo una tormenta podría golpear nuestro planeta.
Si sabemos de antemano el momento en que los fenómenos se producirán, podemos desactivar las grandes estaciones hasta que pase la tormenta. De esta forma, no se producirían daños significativo en el suministro. Sería como un apagón preventivo forzoso.
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Las tormentas solares parecen temas de ciencia ficción, tal es la complejidad y los daños ocasionados. Sin embargo, son un hecho confirmado. La previsión es de que un "Máximo Solar" sea alcanzado en 2012, con enormes proporciones.
Mismo que la próxima tormenta solar no tenga tal magnitud, eso debe ocurrir algún día. Todo depende de cómo nos prepararemos para enfrentar la situación. ¿Estás listo para la falta de energía?
Autor del artículo: Eduardo Karasinski
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